Ser influyente es ya para nota.
Implica que además de visible (los demás te conocen o te encuentran con facilidad) y relevante (lo que haces tiene valor) tienes además influencia en los demás.
La influencia no ha de confundirse con manipulación, ser influyente es tener un impacto positivo, dejar una huella, que ese valor que transmites llegue incluso a crear tribu (en palabras de Godin), cambie de algún modo la vida de los demás.
Conseguir ser influyente manipulando puede ser rentable a corto plazo, la gente no está segura de tu valor y pueden aceptarlo momentáneamente por creer que lo tienes o por no disentir del grupo.
Pero a medio o largo plazo, se descubre al “vendedor de humo”.
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